El sol durante todo el año y en especial en los meses de verano, hace que nuestro cabello se vea expuesto a numerosas agresiones que pueden deteriorarlo, haciendo que luzca sin brillo, débil, más seco, e incluso puede llegar a caerse por los efectos negativos del sol, así como el salitre y el cloro de la piscina afecta igualmente tanto a tu melena como a tu cuero cabelludo.
Esto puede afectar el ciclo de vida del pelo, quemaduras en el cuero cabelludo que pueden volverse pre-malignos con una exposición continua y la radiación UV daña el pelo por fotooxidación haciendo que el pelo pierda proteínas y lípidos internos y hace que cualquier tipo de cabello sea más sensible, perdiendo color, tanto el cabello natural como el teñido, brillo, fuerza y volverse quebradizo.
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